jueves, 10 de octubre de 2013

Sueño de morfina



-         Volveré por ti!
-         Lo se!
-         Te amo!
-         Y yo a ti! – su grito se perdió entre el silbido del tren que se alejaba, fueron sus ultimas palabras, la ultima vez que se sintió feliz.  Los siguientes días, había estado tan enfrascada en su trabajo, que no supo del accidente sino  hasta que la llamaron para preguntar si asistiría al funeral.

Desde entonces, vive caminando en la oscuridad, respirando mecánicamente, viviendo porque nadie le hace el favor de sacarla de su miseria.  El era su esperanza, su luz, su todo, y ahora no había mas que un agujero vacío que nunca se podría llenar.

Los turnos en el hospital iban y venían, sin distinción de cual era en el día y cual en la noche.  Buscaba sin cesar, entre las caras desconocidas, una sola que le borrara su dolor, que le dijera que todo había sido un error, pero jamás la encontraba y la desesperación con mas fuerza de ella se apoderaba.

Sus amigos, cuales amigos?, se habían ido al verla sumida en la depresión, vaya amigos! Aunque, en realidad, fue ella quien con desprecio y acusaciones, poco a poco los alejo.

Un día encontró la solución, y sumida en el sopor de la morfina, finalmente lo vio:

-         Terry, mi amor
-         He vuelto por ti
-         Lo se, aquí estoy!
-         Te amo
-         Y yo a ti…

Y dejándose llevar por el eterno sueño, con la aguja aun metida en el brazo, Candy se dirigió hacia donde ella creía que seria feliz, aunque eso fuera en el mismo infierno.

Desde Lejos



Estas allí, tan hermoso como siempre, con tu cabello largo ondeando al viento, con tu mirada felina explorando a tu alrededor, con un atisbo de sonrisa asomándose en la bufanda.  Hace frío,  pero inesperadamente te quitas el abrigo y extiendes tus brazos como queriendo abrazar la nieve,  eres un loco,  siempre lo has sido, siempre he amado eso de ti.

Finalmente el frío te ha calado y elegantemente te colocas tu fino abrigo, puedo ver como entras en calor con el simple contacto de la prenda, la envidia me corroe al querer ser quien te abriga, si tan solo voltearas el rostro, si tan solo me pudieras ver.

No ha pasado mucho tiempo, apenas unos meses, o talvez un año, ya ni se,  te vi en ese teatrucho y me entristecí, pero luego me entere que habías regresado aquí, pensé, por un momento tuve la esperanza, que talvez necesitarías de mi otra vez, iluso corazón, fui yo quien te apartó, fui yo quien te dejó, fui yo quien te arrojó a los brazos de ella, que podía esperar? Que te quedaras solo para siempre? No, yo te enseñe a perdonar, y vaya que aprendiste bien la lección.

Estas tan cerca, a unos pasos nada mas, pero no es a mi a quien esperas encontrar, sino a ella, que ha mostrado ser una digna rival, aunque ya no lo es, pues ya te ha ganado, limpiamente, tu vulnerable corazón aceptó sin dudar el tranquilo amor que ella te ofrecía, talvez eso es lo que necesitabas, alguien que no te diera tantos conflictos como yo.

De pronto te volteas al ver que, a quien esperas, finalmente ha llegado, y mis temores se reconfirman, es verdad, ella esta realmente hermosa, la prensa tiene razón,  son una pareja muy bella,  esperaba ver algún indicio de infelicidad, pero no, tu mirada se ilumina, tu sonrisa irradia alegría, tu cuerpo responde a su contacto como todo un caballero y yo puedo por fin ir a casa, donde sea que ésta esté. 

Yo te abrí la puerta para que buscaras tu felicidad, y ahora puedo ver que lo eres, y eso me hace a mi un poco feliz, no del todo, pero dicen que así es, verdad? Debes ser feliz si la persona a la que amas es feliz aunque no sea contigo… bueno, ya me acostumbrare a la idea. Mientras tanto, desde aquí, desde lejos, soplo un beso hacia ti, y desde el fondo de mi corazón te deseo un muy feliz cumpleaños.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Un par de amaneceres



Stear…- La sollozante y queda voz que escucho al otro lado del auricular hizo que se espabilara y pusiera atención, no era inusual que recibiera este tipo de llamadas a altas horas de la noche, se podría decir que ya estaba acostumbrado, siempre había sido así, desde niños. 

Ella solía correr a esconderse a su cuarto siendo niña huyendo de la reprimenda que la tía abuela iba a darle luego de haber descubierto el nuevo roedor o insecto que había atrapado antes; también busco su apoyo cuando, siendo adolescente, decidieron enviarla a una escuela de señoritas para que “se educara adecuadamente”, y luego, cuando regreso, nuevamente busco de su consejo para decidir si se iba o no a vivir con su nuevo novio.

El no se explicaba por que siempre lo buscaba, teniendo a tantos a su alrededor que se desvivían por atenderla, el le hablaba con cariño y con la mayor distancia que podía poner para no involucrarse mas, se había enamorado de ella desde hace mucho tiempo atrás, pero ella no le correspondía, y dudada que alguna vez lo hiciera, pero así eran las cosas, y aquí iba el, una vez mas, a sacarla de cualquier problema o dificultad que tuviera ahora, manejando en la casi madrugada del siguiente día hacia el lugar que ella le dijo que se encontraba.  Era mejor ser amigos a perderla para siempre.

Candy se encontraba en un rincón oscuro de la habitación, tenia miedo,  de si misma mas que de nadie mas, como había podido ser tan tonta? Como se había tardado tanto en darse cuenta? Todos esos chicos con los que salía, siempre buscando algo que jamás encontraba, queriendo de alguna forma sustituir a quien siempre estaba con ella, a quien jamás la defraudaba, esta vez estaba realmente asombrada de su estupidez.

Stear toco el timbre,  temblando de frío porque afuera empezaba a nevar, pero mas que todo por la incertidumbre de lo que podría encontrar.  Candy lo escucho llegar y el nerviosismo se apodero de ella, que pasaría si el no la quería, si la llegaba a rechazar? Ese era su mayor temor, arriesgarse a perder un amigo o ganar un amor incondicional, pero era tarde ya para cuestionarse, había hecho la llamada y el había respondido como siempre, es ahora o nunca.

Ella abrió, dejándolo entrar, el la vio bella como siempre, aunque ocultaba su rostro de el, temía lo peor, levanto su barbilla hacia el y lo que vio lo confundió, ella lloraba pero sonreía, que es lo que estaba pasando?

-         Oh Stear, he sido tan tonta!- dijo ella, entre risa y llanto
-         Te han hecho daño? Que te ha pasado?- su voz no dejaba de mostrar preocupación, aunque ahora no estaba seguro que algo estuviera mal
-         Stear, he sido tonta, porque he estado buscando en otros lo que siempre he tenido en ti, he sido tonta porque me he tardado tanto en darme cuenta que es a ti a quien siempre he querido pero me daba miedo perderte, eres mi único amigo, quien siempre ha estado allí para mi, disculpa si todo esto te toma desprevenido, y por haberte hecho venir de esta forma, pero ya no podía mas, necesitaba que…

Stear, que no salía de su asombro ante tan tempestuosa declaración, no pudo mas que callarla con un beso, ese que tanto había deseado desde su adolescencia,  llenándose ambos de la calidez que emanaban sus cuerpos electrizados ante la sensación de saberse amados y correspondidos,  no había nadie que les impidiera estar juntos, ambos adultos e independientes, solo debían seguir sus vidas tomados de la mano y no separarse jamás, pero por ahora, se tomaban de las manos para irse a la habitación y no salir de allí hasta después de un par de amaneceres mas.

Tras la cortina



Una insulsa fiesta más en esta enorme mansión.  Hay buena música, comida y abundante bebida, solo falta la buena compañía, aunque eso fácilmente lo puedo arreglar.  Ya se han dado cuenta de mi presencia y puedo notar como, concientemente o no, las damas levantan la barbilla, suben el pecho y se sonrojan con tal de resaltar entre las demás.. Paseo mi mirada por los ojos ansiosos que se cruzan con los míos buscando esos que tengan la intriga suficiente para llamar mi atención, y allí esta, ojitos gatunos de pestañas abundantes, coquetos, distantes, casi indiferentes. 

Apuro mi copa de vino y me acerco hasta donde esta sin apartar la vista, paso a su lado aspirando su perfume, es perfecto, rozo su mano indicando que me siga disimuladamente y espero sigilosamente.  Se acerca a donde estoy, buscando,  ansiando, la tomo por sorpresa y la llevo tras las gruesas cortinas,  el bullicio del salón encubre los gemidos, la beso, la acaricio y lentamente me meto bajo sus faldas para comerme el aperitivo de esta noche…

Relamiendo mis labios salgo a la fiesta otra vez, fue un buen comienzo, la he dejado suspirando “Neil”… ahora veamos, quien mas tiene chispa en sus ojos?

MI VECINO





Siempre he pensado que hay limites que no se pueden quebrar, uno de ellos es el de la privacidad de los vecinos, pero si ustedes tuvieran un vecino como el mío, también habrían hecho lo mismo.

Mi vecino es bombero, y que bombero! No como los tipos normales que ves en cualquier estación que a veces hasta panza cervecera cargan, no, mi vecino es bombero como los de las películas, alto, rubio, semi bronceado, musculoso,  una fantasía echa carne y hueso.

No es que lo este espiando, pero lo he visto salir de su casa los lunes, miércoles, viernes y sábado, seguramente le toca el turno nocturno porque siempre se va en la noche, lo curioso es que sale de una vez con su uniforme, creí que ellos se cambiaban en su estación, talvez a el le gusta estar siempre listo, aunque nunca he visto a que hora regresa. Seguramente lo hace cuando yo no estoy en casa.

Ha de ser loable ser bombero, arriesgar tu vida para salvar la de alguien mas, imagino a cuantas personas ha rescatado, como se sentirá que te cargue en sus brazos para liberarte de las llamas o de cualquier otro peligro, uff, de repente siento calor y mejor voy a dejar de pensar en mi vecino.

Hoy voy a cocinar, es fin de semana y quiero comer algo hecho por mi desde cero.  Me he decidido por un pollo al horno, y para aprovecharlo, voy a hacer el postre horneado también.  Cuando ya tengo todo listo, voy a encender el horno.  Abro la perilla del gas pero no tengo los fósforos al alcance, me alejo un momento para buscarlos, cuando finalmente los tengo, abro el horno, me agacho y enciendo un fósforo…

BUM!

Joder, me he quedado sin pestañas, la pequeña explosión me ha lanzado contra el suelo y quede aturdida de la impresión, y seguramente del golpe que me di en la cabeza con la alacena.  Estoy tratando de recomponerme, cuando, llegando como un bólido, y con extintor en mano, entra mi vecino bombero.  No se si es el golpe o la impresión de verlo allí, parado en medio de mi minúscula cocina, sin camisa, sudoroso, y con cara de pánico al inicio y de risa después, que empiezo a sentirme aun mas aturdida que antes.  Cierra la perilla del gas, abre las ventanas y se arrodilla a mi lado.

-         La pequeña chef ha sufrido un accidente?- me pregunta con una voz tan ronca y sensual que me siento desmayar, y seguramente se dio cuenta porque ha agarrado el teléfono y dice –mejor llamare a los paramédicos-  lo cual se me hizo muy raro por que…
-         Y no se supone que tu eres bombero?- le pregunte, y al instante me sentí torpe.

Cuelga el teléfono y me examina con la mirada, - puede que estés mejor de lo que aparentas- me dice, - y no, no soy bombero, solo me disfrazo de uno para entretener a quienes lo solicitan.

De nuevo, joder, tengo ganas de darme zapes contra la alacena, todo por mi lengua suelta  ahora no se en donde meter mi cabeza para ocultar mi sonrojo, talvez el horno sea un buen escondite.

Me ayuda a levantarme con tanta facilidad que pareciera que esta levantando una pluma, y eso que no soy una ligereza precisamente – Soy Albert, y tu? – me dice sonriendo de la manera mas sincera que he visto jamás, no hay rastro de incomodidad ni pena en su expresión, es fascinante!

-         Mysha- respondo, con cierto nerviosismo y azoramiento – muchas gracias por venir a mi rescate, la verdad no se que sucedió
-         Sucede que es probable que nunca has usado tu horno y por eso no sabes que primero debes encender el fósforo, y luego abrir la perilla- me dice, mientras realizaba la misma acción que describía.

Se disfraza de bombero, cumple fantasías, y encima de todo, sabrá cocinar? Uff…

-         Esta listo, pequeña Mysha- dice con aire seductor?
-         Gracias, de nuevo, por todo- respondo, asombrada de lo sexy que puede ser este hombre.
-         Hasta pronto, gatita
-         Ush no- digo con desagrado- no me gustan los gatos
-         Jajaja!- me responde desde el quicio de la puerta- puede que, a mi tampoco- me guiña el ojo y se va.

Es probable que ahora si tenga que llamar a los bomberos,  porque siento que me estoy quemando por dentro.
Así que, la próxima vez que quiera jugar a los incendios, ya se quien puede ser mi compañero.


                                                                                              Mysha
                                                                                              Para CAHA
                                                                                              Septiembre 2012

martes, 13 de agosto de 2013

La calle en que estuvimos



La encontró llorando amargamente bajo un árbol por la pérdida de una amistad siendo una pequeña niña, la rescato de una muerte segura al caer por una cascada huyendo de las humillaciones de su supuesta familia adoptiva, le brindo el cobijo de su apellido para que viviera tranquilamente sus años adolescentes, la envío a Londres para ayudarla a superar el dolor que le dejo el paso de la muerte sobre su primera ilusión y fue allí donde lo conoció a él.

El, que no hacia más que fastidiarla, burlarla y hasta al fin conquistarla…

Y de nuevo la encontró deambulando por las peligrosas calles cubiertas bajo el manto nocturno buscando medicinas para ayudarlo a él…

Y se metió en problemas provocando su castigo, para luego escapar del colegio y encontrarse con él…

Estaría siendo, inconscientemente, un cupido improvisado?

Se fue de Londres aceptando su derrota, con la pequeña esperanza de que talvez aun no era su tiempo,  pero no la perdería de vista, siempre seguiría sus pasos, hasta que ella también decidió irse… que no se supone que él iba a cuidarla? Que clase de amor es el que abandona sin luchar? Pero no, no se puede juzgar sin saber toda la historia.

Rehusándose a recibir cualquier ayuda que provenga de mi familia, ella ha decidido seguir su propio camino, ahora esta próxima a ser enfermera y ya es momento que vuelvan a encontrarse, la extraña, y talvez, solo talvez...  Pero el tren de la vida también tiene sus propios planes,  y aunque no ha sido tal y como el lo había pensado, de alguna forma, han vuelto a encontrarse. 

Mientras vive con ella, se familiariza con las sensaciones a su alrededor, se conforta, se enamora, pero ella solo tiene labios para él

Ella se va con las ilusiones al máximo, y regresa con el corazón destrozado, y si, allí esta el para consolarla, como siempre ha sido según cree  Sabiendo nuevamente su identidad, y habiendo aclarado para si mismo sus sentimientos, el se va a buscarlo,  pues ella aun no lo supera, cuando lo encuentra le envía un paquete para que se entere de en donde esta él, talvez así ella pueda volver a sonreír completamente, pero cuando ella llega allí, vuelve a dejarlo sin ver atrás,  será posible? Realmente prefiere buscarlo en vez de quedarse con él?

Haberla dejado, esta vez, fue mas difícil de lo que esperaba, pero deseaba arreglar sus cosas antes de volverse a encontrar, pero fue ella quien no dejo de buscarlo, ella quien llego hasta el, antes de lo pensado, antes de lo esperado,

Y ahora, mientras la ve descansar sumida en un profundo sueño en esta cabaña en medio del bosque donde han pasado los últimos días, Albert finalmente llega a una conclusión, la vida es un circulo, no importa cuantas vueltas des, siempre regresas al mismo lugar, a aquel en el que te sientes a salvo, y Candy, de una u otra forma, sin ella saberlo también, siempre ha regresado a el.

viernes, 9 de agosto de 2013

Disculpa



Cuando Terry se fue del colegio, Candy se sintió sola y sin ganas de seguir en ese lugar, pero comprendió que el sacrificio hecho por el había sido buscando el bienestar de ella, así que honrando la decisión de Terry, ella siguió estudiando, evitando a los demás para no dar pauta a habladurías.  Pronto recibió una carta de Terry, proveniente de Nueva York, finalmente el había empezado a seguir su sueño y ella se sentía muy feliz por el.  Mes a mes intercambiaban correspondencia, dando poco a poco tímidas declaraciones de amor, siendo estas correspondidas con enorme alegría por ambos, era tan reconfortante saber que había alguien que realmente se preocupaba, le importaba lo que hacían,  y sobre todo que se querían.  Con ánimos renovados Candy siguió en los estudios teniendo la promesa escrita de que pronto enviaría por ella y así finalmente estar juntos. Un año paso y las cartas empezaron a espaciarse, y con cada letra escrita se sentía la distancia que Terry iba marcando,  Candy, sin comprender, siguió escribiendo y enviando sus misivas puntualmente, lo extrañaba, lo amaba y su indiferencia la lastimaba.  En una de sus cartas, Terry escribió que pronto estrenaría un papel mas importante de los que había hecho, seria el rey de Francia y ella le respondió que pronto partiría de regreso a America por la guerra que se avecinaba. 



Cuando ella llego al puerto de  Nueva York, quiso tratar de encontrarlo, o al menos avisarle que ya estaba allí, pero entre tanto caos no tuvo mas opción que quedarse junto a sus primos y esperar la próxima salida del tren que los llevaría de regreso a Chicago.  Ya de regreso en casa, le envío una carta a Terry contándole que iria a visitar a sus madres en el Hogar de Pony, desde donde nuevamente le envío una carta diciendo que estaría allí unos cuantos meses, con la esperanza que el llegara a verla allí.  En su estadía en el hogar, no recibió ni una sola carta de Terry, ella pensaba que con tanto trabajo y éxito talvez no tenia tiempo, aunque la semilla de la duda y el desamor comenzaba a sembrarse en su corazón.



Unas cartas bastante espaciadas llegaron a ella durante ese año, en el que él comenzaba a mencionar con frecuencia a una actriz llamada Susana, quien al parecer había logrado impresionarlo con su talento y era una buena compañera.  Candy  pensaba que era normal que el tuviera compañeras, pero el distanciamiento cada vez mas marcado de las cartas tenían a Candy cerca de la desesperación.  Meses después de no tener noticias de el, Candy decidió tomar un tren a Nueva York, sabia que el había conseguido el papel protagónico y teniendo el corazón lleno de esperanza y amor viajo hasta la ciudad para sorprenderle con su llegada.  El día del estreno de la función, ella se coloco su mejor vestido, compro su entrada y disfruto de la obra; se sorprendió de la mágica química que existía entre su Romeo y la Julieta que interpretaba Susana.  Su mente no paso ese detalle por desapercibido, y su corazón se resquebrajo un poquito.



Al terminar la obra, se dirigió a la dirección de donde el enviaba las cartas, era un modesto edificio de apartamentos que a Candy le pareció encantador, era el lugar perfecto para iniciar una vida,  tonto corazón que se rehúsa a creer lo que tan obvio es.



Terry la encontró dormida junto a la puerta de su apartamento, había sido tan tonto, aplazando este momento por tanto tiempo, pero su excusa era que si a el le había pasado, a ella también…

-Candy- le dijo una vez que ella despertó- el tiempo puede ser un amigo, pero junto a la distancia es enemigo del amor,  yo soñé tantas veces con escuchar tu voz, eso mantenía vivo el recién descubierto amor que sentía por ti, pero he pasado tanto tiempo solo que las cartas no me fueron suficiente.  Susana estaba aquí, junto a mi, comparte mis gustos, mis aspiraciones, es una buena mujer, y yo simplemente me enamore; no puedes mandar en el corazón, y ella me ha llenado de paz, y aunque no lo creas, realmente me siento mal… discúlpame…



Los amores adolescentes son intensos y a veces hasta inolvidables, pero no insuperables, eso se decía Candy mucho tiempo después de esa noche, justo cuando en su corazón comenzaba a nacer una nueva ilusión junto a quien antes era su tutor.

Despierta



Despierta, pero aun no abre los ojos. Se puede escuchar el golpeteo del agua, las corrientes que crecen, las hojas que se llenan de vida. Llueve. En este recóndito y olvidado lugar, la lluvia es un festival, los animales, las personas, todos, en lugar de escapar de ella, salen a su encuentro para revitalizarse, para llenarse de ella, y, mientras, el sigue atrapado en esa semi inconciencia que da el sueño y la realidad.
 
No tiene mucho tiempo de estar allí, llego buscando sentido, razón, motivos para olvidarla, para no quererla mas, y había logrado su objetivo.  Se sentía pleno, era feliz, y esperaba disfrutar el poco tiempo que le quedaba al máximo, antes de regresar.

La lluvia sigue cayendo, y en lugar de levantarse y empezar el nuevo día, cierra con más fuerza los ojos y abraza la calidez  que emana el cuerpo dormido a su lado.  La reconoce, la recorre como en las noches,  la despierta, la humedece de besos y caricias, la posee, la vuelve a dejar dormida.

Ella, que al inicio le recordó a quien quería olvidar, ella, que con sus acciones, actitudes y forma de pensar le demostró que no tenía igual,  ella que se entregaba con soltura y pasión, sin pensar, sin dudar, ella, que en tan poco tiempo se había adueñado de su corazón.

Ella sabia que el se iría, el sabia que el día llegaría, le esperaba un viaje largo, de Egipto a Turquía, de Turquía a Italia… quien diría que allí todo cambiaria.

“Ven conmigo”, le dijo un día,  y así empezaron a planear su futura vida, seria un viaje duro pues la guerra golpeaba el continente, tenían que cruzarlo para poder llegar, America era el destino final, no pudieron ni llegar a la mitad. 

El quedo inconciente y sin memoria, ella sin poder identificar, el fue deportado, ella enterrada en ningún lugar, el se recupero bajo los cuidados de quien quería olvidar, y por alguna extraña razón, a ella, jamás la pudo recordar…

martes, 25 de junio de 2013

De las rosas



De los pétalos manaban

Perfumes que embriagaban

Tus manos las cultivaban

Y con amor las regalabas



Mal fuera el día

Que su espina te clavarías

Y que en un gemido

La vida te arrebataría



Porque así son las rosas

Traicioneras y hermosas

Y con los jardineros

Se portan desdeñosas.



Pero cada vez que las miro

Se me escapa un suspiro

Porque en ellas percibo

Tu recuerdo aun vivo

jueves, 20 de junio de 2013

Cierra los ojos





El atardecer caía sobre la lúgubre y solitaria casa, los árboles asemejan grandes guardianes apostados alrededor de la propiedad, como resguardando un tesoro al que nunca nadie ha de llegar, las hojas que caen se arremolinan entre si buscando su mutua compañía antes de finalmente sucumbir a su inevitable desintegración y muerte; como todo ser que vive, así también debe morir.  La naturaleza impone y acepta esta ley sin reclamos, es parte de un ciclo, uno que lleva a algo nuevo y mejor, por que entonces no podemos aprender de ella y simplemente aceptar…

Aquella casa una vez tuvo tanta vida, opulencia, excesos, banalidades, supuesta felicidad, hoy ya no quedan huellas de lo que una vez fue la majestuosa Lakewood, los jardines que con tanto ahínco se mantenían dentro de los limites de la propiedad parecieron tomar su libertad después de tanto tiempo y apoderarse del espacio que tantas veces les fue negado al querer subir unas ramas por las paredes y ventanas, hoy por fin ganaron su batalla y viven dentro, invadiendo todos los espacios que encuentran a su paso, llenando de hojas y musgo pisos de mármol y columnas de marfil, a todos los lugares han llegado, todos, excepto uno.

Al fondo de la mansión se encuentra una habitación con la puerta cerrada, ha permanecido así durante años,  aquellos valientes que buscaban un poco de aventura y misterio y se adentraban en la propiedad nunca se atrevieron a abrirla pues decían que allí vivía una bruja.  Los niños del pueblo habían crecido escuchando las historias de la mansión fantasma, se decía que un día, después de la Gran Guerra todos habían desaparecido y nadie sabía por que.  Solamente había quedado una señora vieja, tan solitaria y tan amarga como la hiel; sin embargo, nadie nunca la vio entrar ni salir de allí.

Dentro de esa habitación pareciera que el tiempo no ha pasado.  En sus paredes están colgados los cuadros de los que una vez habitaron la mansión, cada cuadro en el orden en que los allí pintados fueron encontrando su final en este mundo y pasaron a uno mejor, o peor, quien sabe.  El joven Anthony, con tan trágico final,  encabeza la exposición, seguido de Stear, quien con tan estupido fin logro sembrar la inspiración en Candy para también enrolarse en la guerra y tampoco volver.  Albert, en su desesperación por encontrar a su protegida, gasto la fortuna entera de la familia, llevándolo hasta la locura y finalmente quitarse su propia vida en esta misma habitación.  Archie trato de sacar adelante la empresa, pero la ambición de Neal lo hizo encontrarse en el momento y lugar equivocados, siendo victima de supuestos maleantes que simplemente querían robarle.  Pero Neal también pago por ese encargo, al involucrar dinero de mafia en la compañía y no poder pagarlo de vuelta; jamás se supo en donde quedo su cuerpo. Elisa y Sarah habían decidido rehacer su vida en Florida, pero el tren en el que viajaban no llego a su destino.  Nunca nadie supo de estas noticias, hubo quien se encargara de encubrirlas para mantener las apariencias, pero a la muerte también le gusta ser notada y cuando se le ignora…

Al ver que su familia iba desapareciendo, a la tía abuela Elroy no le quedo mas que encerrarse en esa habitación a esperar que la muerte viniera por ella.  Sola, arruinada, sin amigos, sin familia, ya no había nada más por que vivir, pero la dichosa muerte no se apiadaba de ella, y nunca la vino a recoger.  Sumida en su desdicha y amargura, juro quedarse allí plantada para nunca ver el tiempo pasar, y en esas cuatro paredes, con todos esos ojos vigilantes, Emilia Elroy vive, aferrada a los brazos del sillón que la sostiene, con la mirada fija en un punto vacío, esperando simplemente a que, algún día, finalmente llegue la muerte.

martes, 23 de abril de 2013

Recuerdos y Adios



Una vez mas me encuentro perdido entre recuerdos; las añoranzas del pasado me hacen sentir feliz en mis momentos de mas grande soledad, aunque cada vez todo va cambiando mas y mas, o talvez soy yo quien finalmente esta dejando el pasado atrás.  Recuerdo que solíamos pasar las tardes imaginando, buscando la manera de frenar el tiempo, contemplando el atardecer, viendo la luz desvanecerse frente a nosotros sin saber si al siguiente día nos volveríamos a ver, sin saber que esa tranquilidad y paz que había entre los dos no se volvería a dar.  Cuantas cosas estaban  por delante y nosotros inocentes e ignorantes de las vueltas del destino, simplemente vivíamos para respirar uno al lado del otro.  Pronto tu voz se volvió mi alegría y en mis sueños a futuro comenzaste a aparecer; el ser feliz al lado de alguien dejo de ser una ilusión para empezar a convertirse en realidad, y aunque nos tuvimos que separar, aun te quería en el centro de esta nueva vida. 

Las decisiones que marcan nuestros caminos, las heridas que se abren y que también llegan a sanar es lo que al final me han hecho quien soy, vivo de mi éxito profesional y también personal, estoy en paz conmigo mismo, ya no hay remordimientos en mi corazón, y aunque yo seguí adelante y tu quedaste atrás, mi ultimo año en el San Pablo es de mis memorias mas atesoradas; hoy solo puedo recordar aquellos días que me hicieron soñar, ya han pasado varios años, tu has crecido, yo crecí,  te he vuelto a ver y estas tan diferente,  aquella de quien me enamore ya solo existe en mi mente, ahora ya eres parte del ayer.  Pequeña pecosa, te quise como a nadie yo he amado, el que te dieras la vuelta esa noche en el hospital sin mirar atrás, obligándome a buscar mi camino aunque no quisiera separarme de ti ha sido talvez lo mejor que pudimos hacer, muchas veces no supe si estaba con mi sombra o con una ilusión, muchas veces sentí como cuando te despiertas de un sueño que aun no había terminado y quieres saber que mas iba a pasar,  solo por poder dormir un poco mas, toque fondo y ya no quería vivir mi vida así, me levante y volví a caminar, regrese a mi mundo y encontré paz y tu imagen se convirtió en eso nada mas, una imagen de un pasado amor.  Hoy te he olvidado, hoy ya te puedo ver sin que me vuelva a doler, pero los recuerdos en los que tu estas aun siguen siendo una pequeña fuente de felicidad mientras estoy solo, al menos mientras encuentro a quien los pueda reemplazar.

Y con la mirada en alto y el corazón sanado te digo adiós, gracias y adiós.

lunes, 22 de abril de 2013

Primavera en Nueva York



Es primavera en Nueva York.  Los árboles se han llenado de flores, los campos están verdes, es un maravilloso espectáculo que regala la naturaleza justo en medio de Central Park.  El animo de las personas se vuelve extrañamente agradable en esta época y es un gusto poder verlos pasar sonrientes de un lado a otro, en lugar de las típicas, sombrías e indiferentes miradas que generalmente circulan sin percatarse de lo que hay alrededor.   A Candy le gusta esto, sentirse rodeada de buen espíritu cuando el de ella se encuentra turbio desde la ultima vez que lo vio, pero esta vez ha regresado para tratar de enmendar su error.

Sentada en una banca bajo la sombra de un suntuoso árbol cuenta los minutos hasta la hora en que han acordado verse, los nervios la traicionan y ensaya una y otra vez las palabras que piensa decirle cuando lo tenga de frente.  La ansiedad hace que golpetee el suelo con la punta de sus zapatos, sus rodillas tiemblan,  ¿que pasara si el no quiere escucharla? Pero de ser así, no hubiera aceptado verla.  Sabe que es grande el resentimiento que el le tiene, sabe que fue grande el daño que causo, pero confía que su amor sea mas grande que su orgullo.

Una suave brisa mece su rizado cabello tapándole la cara, lo mueve con sus manos para tratar de colocarlo de nuevo en su lugar,  cuando siente que alguien se ha sentado a su lado, sin voltear a ver sabe que es el, sus nervios aumentan y tratando de calmarse lo voltea a ver brindándole una gran sonrisa, en realidad esta muy feliz de verlo.

-         Has venido, gracias- le dice esperando que suavice un poco su expresión.
-         Bueno, aquí me tienes, que quieres que hablemos- le dice Terry tratando de mantenerse lo mas alejado posible.
-         Podríamos ir a otro lugar, o prefieres que platiquemos aquí?- es estupido preguntar, ella misma lo cito allí, pero que se puede hacer, son los nervios los que hablan.
-         Como tu prefieras- es su simple respuesta.

Candy toma una profunda bocanada de aire y armándose de valor, comienza su confesión:

-         Gracias por hacer tiempo para verme, se que estas muy ocupado con tus labores, como esta tu madre? La has visto? Hace tiempo que no la veo…el clima esta fabuloso no crees...?-  Terry se inquieta ante el parloteo de Candy, se remueve en su lugar tratando de encontrar razones para no salir huyendo del lugar, el simple hecho de haber accedido a verla había sido una debilidad, sabia que estando junto a ella todas las barreras que había construido para no correr como loco tras ella se comenzarían a derrumbar, pero tenia que saber el por que de su repentina llegada, por que ella quería verlo con tantas ganas.
-         Candy, se que no has venido a preguntarme por mi madre, ni a hablar del clima…- le dice sin verla a los ojos, haciendo que ella se empiece a arrepentir de su llegada, pero ya estaba allí, era su ultima oportunidad, es ahora o nunca.
-         No, no he venido a hablar de tu madre o de cualquier otra cosa, he venido a hablarte de nosotros, y te pido que por favor me escuches.

Terry sabia que esto pasaría, ella quería cerrar el capitulo, darle una conclusión a su historia, talvez seria lo mejor, dejar todo en claro para que ya no hubiera mas resentimiento.  La ve, la percibe frágil y delicada, así que trata de bajar un poco la guardia y le da la pauta para que continúe con su charla.

-         Terry, la ultima vez que nos vimos, no fueron las mejores circunstancias, muchas cosas habían cambiado y yo trate de hacer lo que creía en mi cabeza que era lo mejor, aunque mi corazón me gritaba lo contrario,  resulta que tomar esa decisión no ha significado nada mas que extrañarte, desear haber hecho tantas cosas mientras estábamos juntos,  queriendo regresar el tiempo para cambiar lo que esa noche paso.  Todo este tiempo no he podido dormir, no he podido sacarme de la cabeza esa escena en la que me volví para no verte otra vez, te recordé tanto cuando paso tu cumpleaños y no pude estar a tu lado,  y luego pienso en ese verano en Escocia, en todos los tiempos buenos que tuvimos juntos y nuevamente quiero regresar el tiempo y no crecer jamás
-         Candy, no hagas esto- Terry se encuentra cabizbajo, recordando también los momentos que ella ha mencionado, sintiéndose por momentos amargo y por momentos feliz.
-         Déjame hacerlo por favor, necesito hacerlo- ruega Candy con los ojos húmedos pero sin llorar, las emociones son muy fuertes y abrumadoras.  Haciendo un gesto con las manos y sonriendo sin querer, Terry nuevamente le permite continuar.
-         He estado pensando mucho en lo que me llevo a tomar la decisión de dejarte con Susana, y ahora no me cabe duda que fue el miedo, miedo a enfrentar al mundo si luchaba por tu amor, miedo a lastimar a alguien mas por querer yo ser feliz, yo se que tu estabas dispuesto a luchar, tu ultimo abrazo me lo dijo, pero yo solo te supe decir adiós – Terry no puede evitar sorprenderse ante tal revelación, después de tanto pensarlo, el había concluido que la falta de amor de ella había sido la razón para irse tan fácilmente, su corazón se estruja,  ¿es posible que realmente este arrepentida? ¿Acaso lo que quiere es otra oportunidad?

Candy se queda en silencio, ha sacado un gran peso de su corazón, pero las palabras mas importantes quedan por decir, pero al ver que el no reacciona, que el al parecer no se ha inmutado ante su confesión, comienza a arrepentirse de haberlo dicho todo, pero este ya no es el momento para echarse atrás, ahora que ya se ha tragado su orgullo y ya no le queda mas que perder;  Terry sigue sin cambiar la expresión de su rostro, serio y ausente, pero dentro de su mente una batalla de razonamientos se ha desatado, tratando de darle sentido a todo lo que ha escuchado, para su mente ya ha pasado mucho tiempo desde que están separados, ya no vale la pena regresar, pero para su corazón el amor no tiene fecha de vencimiento y lucha por convencer a su mente de seguir escuchando, se pone de pie y comienza a caminar lentamente sin rumbo perdiéndose entre los árboles, sin saber que sentir, sin saber que pensar, Candy reacciona ante su movimiento echándose a llorar creyendo que todo esta perdido,  un rayo de sol la deslumbra por un momento, y como si hubiera sido una señal, toma valor para perseguirlo siguiendo el mismo camino por donde se ha ido el.

-         Terry, Terry espera!! – le llama cuando lo ve en la distancia, el se detiene y ella le da alcance, respira profundamente tratando de calmar el cansancio después de haber corrido un buen trecho, y con las emociones a flor de piel finalmente dice:
-         Terry, lo siento, lo siento tanto por aquella noche, no sabes cuanto lo siento, te extraño, demasiado, todo de ti me hace falta, tu sonrisa, tus cartas, tu presencia, y talvez he sido ilusa al venir aquí y pedirte una oportunidad, pero si me amas aun, prometo esta vez hacerlo bien, no dejarte nunca otra vez, quisiera regresar el tiempo y cambiar, pero no puedo, y si tu corazón ya se ha cerrado a mi, lo entenderé, solo, dímelo de una buena vez… por favor…

Candy tiembla por la emoción, solloza sin control y Terry no puede resistirse ante la imagen, se acerca y la abraza para calmarla, ella se desahoga y se aprieta contra su pecho, pasan unos minutos así, sin decir nada, solamente tratando de escuchar a sus corazones y callar a las voces de la razón, cuando finalmente se calma, busca sus ojos esperando una respuesta, el acaricia suavemente su mejilla, la ve con ternura,  sabe que es su turno de hablar, ha tomado una decisión,  suspira y le da su respuesta:

-         Pecosa, no tienes idea de cuanto tiempo desee escucharte decir eso, cuantas veces he querido yo también regresar el tiempo y cambiar tantas cosas, incluso desee no haberte conocido, pero las cosas sucedieron así, sufrí mucho por nuestra separación, pero mi corazón ha sanado, al final pude entender que lo nuestro fue algo especial, algo que quedara como un bello recuerdo para siempre, Candy, uno no encuentra a su verdadero amor a los 15,  ahora lo se, bien sabes que las cosas con Susana jamás funcionarían, ambos lo logramos entender, y yo he seguido adelante y hay una nueva ilusión en mi corazón,  haberte conocido hizo darme cuenta que soy capaz de amar y  realmente quiero darme una nueva  oportunidad, pero no estoy dispuesto a regresar atrás- Candy cierra sus ojos tratando de contener las lagrimas que nuevamente se han acumulado, sabia que esta era una posibilidad pero la esperanza es lo ultimo que se pierde, y ahora finalmente ha terminado su ilusión, sonríe con resignación, toma la mano de Terry, la besa y acepta su derrota.
-         Al menos espero que puedas brindarme tu amistad, cuentas con la mía si la aceptas.
-         Por supuesto, pecosa, siempre seremos amigos.
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Un angosto camino cubierto de flores se forma frente a ellos, caminan sobre el en silencio, tratando de asimilar la nueva dirección que han tomado, aun cuando la intención del encuentro era diferente, es mejor ganar un amigo que perderlo para siempre, hoy una ilusión se ha roto, también ha sanado un corazón,  y a la vez nace una nueva esperanza, la de una amistad que florezca como los retoños que salen ahora cuando a Nueva York llega la primavera.

Tal vez



Hace tiempo ya perdí a mi única amiga.  Todos dicen que fue el cigarro y alcohol, yo se que murió por tener el corazón roto.  Es diciembre, se acercan las fiestas mas alegres del año, para mi no es así,  y mientras sigo caminando por el cementerio no dejo de pensar, nada es para siempre…

Ella siempre fue tan alegre, tan llena de vida, con una cara tan linda, me pregunto como diablos vino a parar a estos lados, fue un gran desperdicio. Aun me duele su partida, a veces aun no puedo creer que ya no este conmigo, aun cuando siento su presencia a mi alrededor constantemente, talvez es solo mi imaginación, mi tonta necesidad de creer que al anochecer la veré entrar por la puerta con su deslumbrante sonrisa y brazos abiertos dispuesta a una noche mas a mi lado.  Se que yo no era quien ella quería, pero la veía tan feliz, nunca pensé que fuera una careta mas.

Que como llegamos a eso?  Muy fácil, siempre fui su amigo, siempre estuve allí para ella, y en un momento de depresión fue tan sencillo abrirle los brazos para que ella me dejara entrar en su corazón, al menos así creí.  Una vez cenando juntos, ordeno una botella de vino, extraño de su parte pues siempre la creí en contra de los efectos del alcohol,  pero la venda de mis ojos estaba tan apretada que no pude ver que lo único que estaba buscando era un escape.  A partir de entonces se divertía tanto estando alcoholizada, la mayoría de veces yo la acompañaba, mi egoísmo hizo que no le advirtiera a nadie de este nuevo comportamiento, era tan buena disimulándolo! Algo tuvo que haber aprendido de ese malcriado, a mantener las apariencias.  Yo me sentía tan especial, solo a mi me buscaba para irse a perder, y se entregaba a mi con tanta pasión, tanta lujuria… pero sin amor.

Por las mañanas siempre la encontraba con la mirada perdida,  pensando, analizando, pero en cuanto notaba mi presencia, sonreía de tal forma que deslumbraba al sol y yo me olvidaba de mis preocupaciones hacia ella.  Y entonces comenzaron los problemas; ahora ya no me buscaba, se iba sola, pasaba noches enteras tratando de encontrarla, yendo a todos los lugares donde habíamos estado, para salir siempre sin nada,  cuando regresaba a casa, allí estaba, no decía nada y yo tampoco preguntaba, verla allí sana y salva me consolaba, ese fue mi error.

Un día se fue y ya no regreso.  De la morgue me llamaron para llegar a reconocerla.  Allí estaba, tan pálida, tan seria, tan bella, tan ausente.  Nunca supe que le sucedió,  nadie quiso saberlo, creo que todos teníamos nuestra propia versión, y talvez ninguno se equivocaba.  Lo único que le encontraron entre su ropa fue un recorte de periódico donde anunciaban el fallecimiento de el. Todo tenia sentido. Se fue para encontrarlo en la eternidad.

Hoy he recorrido el sendero hasta su último descanso una vez más.   Me siento viejo,  solo, como si fuera otra persona, talvez no he cambiado, pero se que ya no soy el mismo.  Su muerte me esta matando lentamente. Leo esos números que me dejan un gran vacío en el corazón, Candice White Andley 7 mayo 1898 – 18 diciembre 1921
De mi bolsillo saco una nota que dice así:

“Te tuve y fui feliz
                            Te perdí y ahora eres feliz
Temo a seguir con vida
Temo al sufrimiento sin fin

Archie.”

Dejo mis palabras de siempre, como si en verdad las pudiera leer, beso al aire y me voy por donde vine.  Talvez encuentre sentido a mi vida otra vez, talvez la próxima vez regrese para quedarme a su lado, talvez, todo es un gran talvez.

Crónica de mi primera vez





I

Es Febrero. Hace bastante frío y todos buscamos diferentes formas de ganar un poco de calor extra,  y que mejor forma que cuerpo a cuerpo.  Archie y yo llevamos ya un poco más de cinco meses de novios, y poco a poco los besos han ido subiendo de tono haciendo que despierten sensaciones desconocidas hasta ahora en mí.  Nos encontramos en su habitación.  Si las monjas me encuentran aquí, estoy frita.  Archie ha comenzado a besarme muy intensamente recostando la mitad de su cuerpo sobre el mío,  suavemente pasa sus manos por mis piernas, mis caderas, cintura, pechos, hace que me caliente tanto!!  Pero mi poca experiencia es evidente, pues me quedo quietecita como monolito ante sus caricias, en realidad no se que debería hacer, a mis quince años nadie me ha hablado de “esto” y no puedo recurrir a las mojigatas de Annie y Patty quienes ni siquiera saben que tienen una vagina.  Debo concentrarme, aunque es un poco difícil distraerse con tanto roce excitante… quisiera que hiciera algo mas!  Pero no se como pedírselo.  Parece que me entiende, porque sutilmente ha metido su mano bajo mi falda y ha llegado hasta donde mi ser pide a gritos que toque. Me mira con picardía, es tan guapo, pide permiso para hacer no se que cosa, yo simplemente accedí. De repente se aleja de mi boca y se lentamente se posiciona entre mis piernas, quita mi ropa interior y yo no reacciono sino hasta que siento su lengua abriendo mis pliegues… OMG!! Pero que diantres esta haciendo? Comienzo a cuestionarme si esto es correcto, pero que diablos! Se siente taaaan bieeen…continua sus movimientos en mi intimidad,  poco a poco va aumentando el ritmo y yo comienzo a sentir algo que sube dentro de mi y que esta a punto de explotar, me aferro a las sabanas, pues temo arrancarle el cabello con mis ansias, oh cielos, oh cielos, OH CIELOS!!!

Un grito silencioso sale de mi boca, Archie se levanta y pasa su mano por su boca sin dejar de saborear, me da una mirada que me deja con ganas de mas, -“pecosa traviesa”- es lo único que dice, yo traviesa? Si fue el quien… aaah bueno, que mas da, mejor me voy a mi habitación a meditar. (aja…)


II


Como todo en esta vida, lo bueno siempre tiene un fin, así que Archie y yo hemos terminado.  Nunca llegamos a nada mas allá de las muy pronunciadas caricias, simplemente no se dio, y la verdad no me arrepiento.  He comenzado a salir con otro chico, su nombre es Charlie, que si es atractivo? Si, si lo es, pero eso no es lo que me cautiva. Tiene un pensamiento tan liberal e innovador, creo que siento una muy buena conexión.  Le gusto, es bastante obvio, y a mi también me gusta, me atrae el hecho que es 6 años mayor que yo, eso debe ser ventajoso, no? Más para alguien como yo, que tiene sed de pasión.  Y que si la primera vez no es por amor? Acaso eso es una regla? Si la voy a recordar, que sea memorable!! 

Nos encontramos en su apartamento. Ha comenzado a endulzarme el oído, seguramente para tratar de hacerme ceder, lo que el no sabe es que yo vengo dispuesta a todo. Sin más preámbulos nos dirigimos a la cama, comienza a desnudarme y la expectativa crece en mi. Sus caricias son algo torpes, supongo que esta nervioso,  finalmente yo quedo expuesta y el comienza a desvestirse.  Cuando llega el momento de remover su ultima prenda, un balde de agua fría ha caído sobre mi ya menguada excitación echándose a perder por completo, discretamente ladeo mis ojos y río por lo bajo totalmente decepcionada.  Esa cosa lánguida y diminuta es su pene?? No puede ser, estoy a punto de tener sexo con un puberto, no un hombre y lo peor del caso, es que creo que también es su primera vez. Y ahora que hago? Yo estoy en posición, ya no puedo echarme para atrás,  oh cielos, mi primera vez y tendré que fingir, que terrible!

El chiste finalmente termino, se echo un cigarro a la boca, como que fuera todo un experto amante, me visto y salgo de su apartamento tan rápido como pude, no podía echarme a reír en su cara, y encima de todo tuvo el descaro de preguntar si había “llegado”.  Memorable, definitivamente será memorable, lo mas divertido del caso, es que aun me siento tan virgen como ayer.

En fin… mañana es otro día.


III


Después de mi memorable y muy frustrada primera experiencia, me he encontrado con un antiguo amigo de la familia.  Lo conocí cuando yo tenia 13 y el 25.  En aquel entonces ni me pelo, pero esta vez, 7 años después, me ha puesto más atención.  No pretendo negarlo, es realmente atractivo, es alto, rubio, de ojos azules… es un sueño hecho realidad y con solo verlo me entra un calorcito delicioso en el cuerpo.  Me muero por meterme en su cama!! Pero hay un pequeño detalle, no es del todo soltero… dice estar separado, pero realmente no me importa, no tengo prejuicios, y que!

Los azares del destino nos han hecho cruzar caminos frecuentemente, en uno de esos encuentros hemos ido a parar a su casa, a su muy solitaria casa.  Talvez fue intencional el haberme traído aquí, y estoy más que dispuesta, estoy segura que esta vez no me decepcionare.  Nos sentamos en uno de los sofás,  uno al lado del otro, mis piernas cubiertas de unas finas medias de nylon que asemejan un leve bronceado rozan casualmente su rodilla, Albert se pone alerta y comienza a jugar con uno de mis rizos.  Acaricia suavemente mi cuello, yo ladeo la cabeza para darle más lugar, se me acerca y me susurra al oído “eres tan apetitosa”, yo siento que me empiezo a humedecer.  Me remuevo en mi lugar y sin preguntar, me toma por la cintura y me sienta sobre el, puedo sentir su miembro ya listo para la batalla rozándose por sobre la ropa contra mi muy húmeda intimidad, los apasionantes y asfixiantes besos no son suficientes para saciar la sed que tenemos los dos, Albert saca mi estorbosa blusa y con gran agilidad desabrocha mi brassier para darse gusto con mis endurecidos pezones que claman por su boca.  Le saco la camisa y me deleito con su muy bien formado pecho, me agacho despacio para lamerlo y de paso zafar el pantalón porque si no lo hago va a reventar.  Albert se pone de pie y tomándome de las nalgas me carga hasta la habitación, donde me tira sobre la cama sin delicadeza haciendo que mis zapatos caigan quien sabe donde; sus manos comienzan a recorrerme, desde los pies, subiendo por la pantorrilla, muslos, cintura, baja muy lentamente mis medias y mi ropa interior, aunque deja puesta la falda, algún fetiche? Después le preguntare.  Instintivamente cierro las piernas, pero el niega con la cabeza y me las abre lentamente, dejándome en una posición que me hace sentir vulnerable.  Termina de quitarse su ropa y mis ojos casi se salen de su lugar al ver en vivo y a todo color el motivo de su casi rompimiento de pantalones, OMG, es enorme!! Lo creo capaz de partirme en dos, pero en lugar de temer, me excito mas.  Se coloca sobre mi, y me besa nuevamente hasta quitarme el aliento, acaricia mis senos como masajeándolos,  los mordisquea, los aprieta, me mata! Pero no me penetra, solamente se roza, logrando hacer que mi clítoris se hinche mas y mas,  se hace a un lado y con un dedo comienza a rozarlo, dándome un placer ya conocido pero nunca sobreestimado.  Coloca su pulgar sobre mi clítoris dándole movimientos circulares mientras el índice y medio se dirigen a mi vagina, introduciéndose en ella, el pulgar abandona su faena lo que da mas lugar al resto de la mano para que profundice su invasión. Y siento, y me retuerzo, y toca algo dentro que no se que es y nuevamente, oh cielos, oh cielos, OH CIELOS!!!

Mientras mi cuerpo termina de convulsionar, vuelve a colocarse sobre mi y con una muy oscura mirada y ronca voz me dice “es solo el comienzo pequeña, ahora es cuando mas disfrutaras”, y finalmente sentí esa unión de cuerpos hasta lo mas profundo de mi ser.  Esta vez si, definitivamente ahora si ya no soy virgen.

Nos hemos encontrado en varias ocasiones mas, cada una de ellas ha sido maravillosa, pero temo no poder mantener fuera de todo esto a mi corazón.  No quiero involucrarlo, no debo involucrarlo, creo que ha llegado la hora de terminar…

IV

Han sido ya varias experiencias consideradas como “primera vez”: la primera que me besan muy íntimamente, la primera decepción sexual, la primera con un amante de categoría, y seguramente vendrán muchas mas primera vez, pero esta que les contare, es la que mas recordare.
Terry se ha vuelto un gran amigo mío. Es alguien en quien confío y disfruto mucho su compañía, tanto que he empezado a preguntarme si siento algo mas por el.  He logrado conseguir mi propio apartamento, y a quien he llevado primero a conocerlo es a el.  No es muy grande, pero es cómodo y tiene lo esencial y lo principal, la cama.  Nos sentamos en ella pues aun no tengo mas muebles,  y mientras le muestro viejos recuerdos de mi infancia, noto que su perfil es admirable,  me atrae demasiado y no creo poderme resistir, me rechazara?
El se da cuenta que he dejado de hablar y ha sentido mi mirada encima, acaricio su cabello y en lugar de extrañarse, parece disfrutar del contacto, me acerco mas y junto mis labios, el entreabre la boca para profundizar el beso y yo siento la gloria.  Caemos sobre la cama y me coloco sobre el sin dejar de acariciarnos, lentamente bajo por su cuello, le quito la camiseta, beso su pecho y continuo bajando, desabotono su pantalón y lo bajo lentamente, me deleito con lo que tengo frente a mi,  en sus profundos azules puedo ver que lo desea, yo también, así que comienzo a lamer sus suaves sacos de esperma para darle mas placer, acaricio su pene y me fascina sentir que ha comenzado a humedecer la punta. Lo introduzco en mi boca tan profundo como puedo, y comienzo a succionar lenta y constantemente, subo y bajo por ese duro miembro que se acrecienta mas entre cada chupada, de pronto detiene mi cabeza y me hace verlo, es momento de ir más allá.
Me levanto sobre el y comienzo a quitar mi blusa, me acaricio mis pechos sobre el sostén y luego los libero para que los vea ponerse duros mientras los toca.  Suelto mi pelo para que tenga algo que jalar después, se levanta y me toma por la cintura para recostarme sobre la cama, chupa uno de mis senos y aprieta el otro haciéndome gemir,  baja mi falda y me deja totalmente desnuda, acaricia mis piernas y me humedezco mas, abre mis pliegues y acaricia intensificando poco a poco los movimientos sobre mi punto mas débil,  pero cuando estoy a punto de alcanzar la cumbre, deja su faena para embestirme sin pedir permiso. Su repentina intromisión hace que me exalte y  me excite aun más, no me importa si me escuchan los vecinos, he comenzado a gemir muy fuerte, eso hace que me penetre con mas ímpetu, y así como entro vuelve a salir, para colocarme boca abajo y continuar tomándome.  Jala mi cabello haciendo que mi cabeza se eche hacia atrás, sabia que eso le gustaría,  y mientras yo he llegado al cielo y de regreso a la tierra dos veces, el se derrama dentro de mi dejando escapar un gemido intenso que me hace saber que realmente lo ha disfrutado.

Abandona mi cuerpo para colocarse junto a mi, me abraza fuertemente por la espalda y dos palabras le escucho decir, “Te amo”.  Amanecimos por primera vez juntos en esa cama hace siete años ya, en el encontré a mi amante ideal. Ha habido muchas otras “primera vez” desde que estoy con el, pero esas, son otra historia.