martes, 13 de agosto de 2013

La calle en que estuvimos



La encontró llorando amargamente bajo un árbol por la pérdida de una amistad siendo una pequeña niña, la rescato de una muerte segura al caer por una cascada huyendo de las humillaciones de su supuesta familia adoptiva, le brindo el cobijo de su apellido para que viviera tranquilamente sus años adolescentes, la envío a Londres para ayudarla a superar el dolor que le dejo el paso de la muerte sobre su primera ilusión y fue allí donde lo conoció a él.

El, que no hacia más que fastidiarla, burlarla y hasta al fin conquistarla…

Y de nuevo la encontró deambulando por las peligrosas calles cubiertas bajo el manto nocturno buscando medicinas para ayudarlo a él…

Y se metió en problemas provocando su castigo, para luego escapar del colegio y encontrarse con él…

Estaría siendo, inconscientemente, un cupido improvisado?

Se fue de Londres aceptando su derrota, con la pequeña esperanza de que talvez aun no era su tiempo,  pero no la perdería de vista, siempre seguiría sus pasos, hasta que ella también decidió irse… que no se supone que él iba a cuidarla? Que clase de amor es el que abandona sin luchar? Pero no, no se puede juzgar sin saber toda la historia.

Rehusándose a recibir cualquier ayuda que provenga de mi familia, ella ha decidido seguir su propio camino, ahora esta próxima a ser enfermera y ya es momento que vuelvan a encontrarse, la extraña, y talvez, solo talvez...  Pero el tren de la vida también tiene sus propios planes,  y aunque no ha sido tal y como el lo había pensado, de alguna forma, han vuelto a encontrarse. 

Mientras vive con ella, se familiariza con las sensaciones a su alrededor, se conforta, se enamora, pero ella solo tiene labios para él

Ella se va con las ilusiones al máximo, y regresa con el corazón destrozado, y si, allí esta el para consolarla, como siempre ha sido según cree  Sabiendo nuevamente su identidad, y habiendo aclarado para si mismo sus sentimientos, el se va a buscarlo,  pues ella aun no lo supera, cuando lo encuentra le envía un paquete para que se entere de en donde esta él, talvez así ella pueda volver a sonreír completamente, pero cuando ella llega allí, vuelve a dejarlo sin ver atrás,  será posible? Realmente prefiere buscarlo en vez de quedarse con él?

Haberla dejado, esta vez, fue mas difícil de lo que esperaba, pero deseaba arreglar sus cosas antes de volverse a encontrar, pero fue ella quien no dejo de buscarlo, ella quien llego hasta el, antes de lo pensado, antes de lo esperado,

Y ahora, mientras la ve descansar sumida en un profundo sueño en esta cabaña en medio del bosque donde han pasado los últimos días, Albert finalmente llega a una conclusión, la vida es un circulo, no importa cuantas vueltas des, siempre regresas al mismo lugar, a aquel en el que te sientes a salvo, y Candy, de una u otra forma, sin ella saberlo también, siempre ha regresado a el.

viernes, 9 de agosto de 2013

Disculpa



Cuando Terry se fue del colegio, Candy se sintió sola y sin ganas de seguir en ese lugar, pero comprendió que el sacrificio hecho por el había sido buscando el bienestar de ella, así que honrando la decisión de Terry, ella siguió estudiando, evitando a los demás para no dar pauta a habladurías.  Pronto recibió una carta de Terry, proveniente de Nueva York, finalmente el había empezado a seguir su sueño y ella se sentía muy feliz por el.  Mes a mes intercambiaban correspondencia, dando poco a poco tímidas declaraciones de amor, siendo estas correspondidas con enorme alegría por ambos, era tan reconfortante saber que había alguien que realmente se preocupaba, le importaba lo que hacían,  y sobre todo que se querían.  Con ánimos renovados Candy siguió en los estudios teniendo la promesa escrita de que pronto enviaría por ella y así finalmente estar juntos. Un año paso y las cartas empezaron a espaciarse, y con cada letra escrita se sentía la distancia que Terry iba marcando,  Candy, sin comprender, siguió escribiendo y enviando sus misivas puntualmente, lo extrañaba, lo amaba y su indiferencia la lastimaba.  En una de sus cartas, Terry escribió que pronto estrenaría un papel mas importante de los que había hecho, seria el rey de Francia y ella le respondió que pronto partiría de regreso a America por la guerra que se avecinaba. 



Cuando ella llego al puerto de  Nueva York, quiso tratar de encontrarlo, o al menos avisarle que ya estaba allí, pero entre tanto caos no tuvo mas opción que quedarse junto a sus primos y esperar la próxima salida del tren que los llevaría de regreso a Chicago.  Ya de regreso en casa, le envío una carta a Terry contándole que iria a visitar a sus madres en el Hogar de Pony, desde donde nuevamente le envío una carta diciendo que estaría allí unos cuantos meses, con la esperanza que el llegara a verla allí.  En su estadía en el hogar, no recibió ni una sola carta de Terry, ella pensaba que con tanto trabajo y éxito talvez no tenia tiempo, aunque la semilla de la duda y el desamor comenzaba a sembrarse en su corazón.



Unas cartas bastante espaciadas llegaron a ella durante ese año, en el que él comenzaba a mencionar con frecuencia a una actriz llamada Susana, quien al parecer había logrado impresionarlo con su talento y era una buena compañera.  Candy  pensaba que era normal que el tuviera compañeras, pero el distanciamiento cada vez mas marcado de las cartas tenían a Candy cerca de la desesperación.  Meses después de no tener noticias de el, Candy decidió tomar un tren a Nueva York, sabia que el había conseguido el papel protagónico y teniendo el corazón lleno de esperanza y amor viajo hasta la ciudad para sorprenderle con su llegada.  El día del estreno de la función, ella se coloco su mejor vestido, compro su entrada y disfruto de la obra; se sorprendió de la mágica química que existía entre su Romeo y la Julieta que interpretaba Susana.  Su mente no paso ese detalle por desapercibido, y su corazón se resquebrajo un poquito.



Al terminar la obra, se dirigió a la dirección de donde el enviaba las cartas, era un modesto edificio de apartamentos que a Candy le pareció encantador, era el lugar perfecto para iniciar una vida,  tonto corazón que se rehúsa a creer lo que tan obvio es.



Terry la encontró dormida junto a la puerta de su apartamento, había sido tan tonto, aplazando este momento por tanto tiempo, pero su excusa era que si a el le había pasado, a ella también…

-Candy- le dijo una vez que ella despertó- el tiempo puede ser un amigo, pero junto a la distancia es enemigo del amor,  yo soñé tantas veces con escuchar tu voz, eso mantenía vivo el recién descubierto amor que sentía por ti, pero he pasado tanto tiempo solo que las cartas no me fueron suficiente.  Susana estaba aquí, junto a mi, comparte mis gustos, mis aspiraciones, es una buena mujer, y yo simplemente me enamore; no puedes mandar en el corazón, y ella me ha llenado de paz, y aunque no lo creas, realmente me siento mal… discúlpame…



Los amores adolescentes son intensos y a veces hasta inolvidables, pero no insuperables, eso se decía Candy mucho tiempo después de esa noche, justo cuando en su corazón comenzaba a nacer una nueva ilusión junto a quien antes era su tutor.

Despierta



Despierta, pero aun no abre los ojos. Se puede escuchar el golpeteo del agua, las corrientes que crecen, las hojas que se llenan de vida. Llueve. En este recóndito y olvidado lugar, la lluvia es un festival, los animales, las personas, todos, en lugar de escapar de ella, salen a su encuentro para revitalizarse, para llenarse de ella, y, mientras, el sigue atrapado en esa semi inconciencia que da el sueño y la realidad.
 
No tiene mucho tiempo de estar allí, llego buscando sentido, razón, motivos para olvidarla, para no quererla mas, y había logrado su objetivo.  Se sentía pleno, era feliz, y esperaba disfrutar el poco tiempo que le quedaba al máximo, antes de regresar.

La lluvia sigue cayendo, y en lugar de levantarse y empezar el nuevo día, cierra con más fuerza los ojos y abraza la calidez  que emana el cuerpo dormido a su lado.  La reconoce, la recorre como en las noches,  la despierta, la humedece de besos y caricias, la posee, la vuelve a dejar dormida.

Ella, que al inicio le recordó a quien quería olvidar, ella, que con sus acciones, actitudes y forma de pensar le demostró que no tenía igual,  ella que se entregaba con soltura y pasión, sin pensar, sin dudar, ella, que en tan poco tiempo se había adueñado de su corazón.

Ella sabia que el se iría, el sabia que el día llegaría, le esperaba un viaje largo, de Egipto a Turquía, de Turquía a Italia… quien diría que allí todo cambiaria.

“Ven conmigo”, le dijo un día,  y así empezaron a planear su futura vida, seria un viaje duro pues la guerra golpeaba el continente, tenían que cruzarlo para poder llegar, America era el destino final, no pudieron ni llegar a la mitad. 

El quedo inconciente y sin memoria, ella sin poder identificar, el fue deportado, ella enterrada en ningún lugar, el se recupero bajo los cuidados de quien quería olvidar, y por alguna extraña razón, a ella, jamás la pudo recordar…