I
Es Febrero. Hace bastante frío y todos buscamos diferentes
formas de ganar un poco de calor extra,
y que mejor forma que cuerpo a cuerpo.
Archie y yo llevamos ya un poco más de cinco meses de novios, y poco a
poco los besos han ido subiendo de tono haciendo que despierten sensaciones
desconocidas hasta ahora en mí. Nos
encontramos en su habitación. Si las
monjas me encuentran aquí, estoy frita.
Archie ha comenzado a besarme muy intensamente recostando la mitad de su
cuerpo sobre el mío, suavemente pasa sus
manos por mis piernas, mis caderas, cintura, pechos, hace que me caliente
tanto!! Pero mi poca experiencia es
evidente, pues me quedo quietecita como monolito ante sus caricias, en realidad
no se que debería hacer, a mis quince años nadie me ha hablado de “esto” y no
puedo recurrir a las mojigatas de Annie y Patty quienes ni siquiera saben que
tienen una vagina. Debo concentrarme,
aunque es un poco difícil distraerse con tanto roce excitante… quisiera que
hiciera algo mas! Pero no se como pedírselo. Parece que me entiende, porque sutilmente ha
metido su mano bajo mi falda y ha llegado hasta donde mi ser pide a gritos que
toque. Me mira con picardía, es tan guapo, pide permiso para hacer no se que
cosa, yo simplemente accedí. De repente se aleja de mi boca y se lentamente se
posiciona entre mis piernas, quita mi ropa interior y yo no reacciono sino
hasta que siento su lengua abriendo mis pliegues… OMG!! Pero que diantres esta
haciendo? Comienzo a cuestionarme si esto es correcto, pero que diablos! Se
siente taaaan bieeen…continua sus movimientos en mi intimidad, poco a poco va aumentando el ritmo y yo
comienzo a sentir algo que sube dentro de mi y que esta a punto de explotar, me
aferro a las sabanas, pues temo arrancarle el cabello con mis ansias, oh
cielos, oh cielos, OH CIELOS!!!
Un grito silencioso sale de mi boca, Archie se levanta y
pasa su mano por su boca sin dejar de saborear, me da una mirada que me deja
con ganas de mas, -“pecosa traviesa”- es lo único que dice, yo traviesa? Si fue
el quien… aaah bueno, que mas da, mejor me voy a mi habitación a meditar.
(aja…)
II
Como todo en esta vida, lo bueno siempre tiene un fin, así
que Archie y yo hemos terminado. Nunca
llegamos a nada mas allá de las muy pronunciadas caricias, simplemente no se
dio, y la verdad no me arrepiento. He
comenzado a salir con otro chico, su nombre es Charlie, que si es atractivo?
Si, si lo es, pero eso no es lo que me cautiva. Tiene un pensamiento tan
liberal e innovador, creo que siento una muy buena conexión. Le gusto, es bastante obvio, y a mi también
me gusta, me atrae el hecho que es 6 años mayor que yo, eso debe ser ventajoso,
no? Más para alguien como yo, que tiene sed de pasión. Y que si la primera vez no es por amor? Acaso
eso es una regla? Si la voy a recordar, que sea memorable!!
Nos encontramos en su apartamento. Ha comenzado a endulzarme
el oído, seguramente para tratar de hacerme ceder, lo que el no sabe es que yo
vengo dispuesta a todo. Sin más preámbulos nos dirigimos a la cama, comienza a
desnudarme y la expectativa crece en mi. Sus caricias son algo torpes, supongo
que esta nervioso, finalmente yo quedo
expuesta y el comienza a desvestirse.
Cuando llega el momento de remover su ultima prenda, un balde de agua
fría ha caído sobre mi ya menguada excitación echándose a perder por completo,
discretamente ladeo mis ojos y río por lo bajo totalmente decepcionada. Esa cosa lánguida y diminuta es su pene?? No
puede ser, estoy a punto de tener sexo con un puberto, no un hombre y lo peor
del caso, es que creo que también es su primera vez. Y ahora que hago? Yo estoy
en posición, ya no puedo echarme para atrás,
oh cielos, mi primera vez y tendré que fingir, que terrible!
El chiste finalmente termino, se echo un cigarro a la boca,
como que fuera todo un experto amante, me visto y salgo de su apartamento tan
rápido como pude, no podía echarme a reír en su cara, y encima de todo tuvo el
descaro de preguntar si había “llegado”.
Memorable, definitivamente será memorable, lo mas divertido del caso, es
que aun me siento tan virgen como ayer.
En fin… mañana es otro día.
III
Después de mi memorable y muy frustrada primera experiencia,
me he encontrado con un antiguo amigo de la familia. Lo conocí cuando yo tenia 13 y el 25. En aquel entonces ni me pelo, pero esta vez,
7 años después, me ha puesto más atención.
No pretendo negarlo, es realmente atractivo, es alto, rubio, de ojos
azules… es un sueño hecho realidad y con solo verlo me entra un calorcito
delicioso en el cuerpo. Me muero por
meterme en su cama!! Pero hay un pequeño detalle, no es del todo soltero… dice
estar separado, pero realmente no me importa, no tengo prejuicios, y que!
Los azares del destino nos han hecho cruzar caminos
frecuentemente, en uno de esos encuentros hemos ido a parar a su casa, a su muy
solitaria casa. Talvez fue intencional
el haberme traído aquí, y estoy más que dispuesta, estoy segura que esta vez no
me decepcionare. Nos sentamos en uno de
los sofás, uno al lado del otro, mis
piernas cubiertas de unas finas medias de nylon que asemejan un leve bronceado
rozan casualmente su rodilla, Albert se pone alerta y comienza a jugar con uno
de mis rizos. Acaricia suavemente mi
cuello, yo ladeo la cabeza para darle más lugar, se me acerca y me susurra al
oído “eres tan apetitosa”, yo siento que me empiezo a humedecer. Me remuevo en mi lugar y sin preguntar, me
toma por la cintura y me sienta sobre el, puedo sentir su miembro ya listo para
la batalla rozándose por sobre la ropa contra mi muy húmeda intimidad, los
apasionantes y asfixiantes besos no son suficientes para saciar la sed que
tenemos los dos, Albert saca mi estorbosa blusa y con gran agilidad desabrocha
mi brassier para darse gusto con mis endurecidos pezones que claman por su
boca. Le saco la camisa y me deleito con
su muy bien formado pecho, me agacho despacio para lamerlo y de paso zafar el
pantalón porque si no lo hago va a reventar.
Albert se pone de pie y tomándome de las nalgas me carga hasta la habitación,
donde me tira sobre la cama sin delicadeza haciendo que mis zapatos caigan
quien sabe donde; sus manos comienzan a recorrerme, desde los pies, subiendo
por la pantorrilla, muslos, cintura, baja muy lentamente mis medias y mi ropa
interior, aunque deja puesta la falda, algún fetiche? Después le
preguntare. Instintivamente cierro las
piernas, pero el niega con la cabeza y me las abre lentamente, dejándome en una
posición que me hace sentir vulnerable.
Termina de quitarse su ropa y mis ojos casi se salen de su lugar al ver
en vivo y a todo color el motivo de su casi rompimiento de pantalones, OMG, es
enorme!! Lo creo capaz de partirme en dos, pero en lugar de temer, me excito
mas. Se coloca sobre mi, y me besa
nuevamente hasta quitarme el aliento, acaricia mis senos como
masajeándolos, los mordisquea, los
aprieta, me mata! Pero no me penetra, solamente se roza, logrando hacer que mi
clítoris se hinche mas y mas, se hace a
un lado y con un dedo comienza a rozarlo, dándome un placer ya conocido pero
nunca sobreestimado. Coloca su pulgar sobre
mi clítoris dándole movimientos circulares mientras el índice y medio se
dirigen a mi vagina, introduciéndose en ella, el pulgar abandona su faena lo
que da mas lugar al resto de la mano para que profundice su invasión. Y siento,
y me retuerzo, y toca algo dentro que no se que es y nuevamente, oh cielos, oh
cielos, OH CIELOS!!!
Mientras mi cuerpo termina de convulsionar, vuelve a
colocarse sobre mi y con una muy oscura mirada y ronca voz me dice “es solo el
comienzo pequeña, ahora es cuando mas disfrutaras”, y finalmente sentí esa unión
de cuerpos hasta lo mas profundo de mi ser. Esta vez si, definitivamente ahora si ya no
soy virgen.
Nos hemos encontrado en varias ocasiones mas, cada una de
ellas ha sido maravillosa, pero temo no poder mantener fuera de todo esto a mi corazón. No quiero involucrarlo, no debo involucrarlo,
creo que ha llegado la hora de terminar…
IV
Han sido ya varias experiencias consideradas como “primera
vez”: la primera que me besan muy íntimamente, la primera decepción sexual, la
primera con un amante de categoría, y seguramente vendrán muchas mas primera
vez, pero esta que les contare, es la que mas recordare.
Terry se ha vuelto un gran amigo mío. Es alguien en quien
confío y disfruto mucho su compañía, tanto que he empezado a preguntarme si
siento algo mas por el. He logrado
conseguir mi propio apartamento, y a quien he llevado primero a conocerlo es a
el. No es muy grande, pero es cómodo y
tiene lo esencial y lo principal, la cama.
Nos sentamos en ella pues aun no tengo mas muebles, y mientras le muestro viejos recuerdos de mi
infancia, noto que su perfil es admirable,
me atrae demasiado y no creo poderme resistir, me rechazara?
El se da cuenta que he dejado de hablar y ha sentido mi
mirada encima, acaricio su cabello y en lugar de extrañarse, parece disfrutar
del contacto, me acerco mas y junto mis labios, el entreabre la boca para
profundizar el beso y yo siento la gloria.
Caemos sobre la cama y me coloco sobre el sin dejar de acariciarnos,
lentamente bajo por su cuello, le quito la camiseta, beso su pecho y continuo
bajando, desabotono su pantalón y lo bajo lentamente, me deleito con lo que
tengo frente a mi, en sus profundos
azules puedo ver que lo desea, yo también, así que comienzo a lamer sus suaves
sacos de esperma para darle mas placer, acaricio su pene y me fascina sentir
que ha comenzado a humedecer la punta. Lo introduzco en mi boca tan profundo
como puedo, y comienzo a succionar lenta y constantemente, subo y bajo por ese
duro miembro que se acrecienta mas entre cada chupada, de pronto detiene mi
cabeza y me hace verlo, es momento de ir más allá.
Me levanto sobre el y comienzo a quitar mi blusa, me
acaricio mis pechos sobre el sostén y luego los libero para que los vea ponerse
duros mientras los toca. Suelto mi pelo
para que tenga algo que jalar después, se levanta y me toma por la cintura para
recostarme sobre la cama, chupa uno de mis senos y aprieta el otro haciéndome
gemir, baja mi falda y me deja
totalmente desnuda, acaricia mis piernas y me humedezco mas, abre mis pliegues
y acaricia intensificando poco a poco los movimientos sobre mi punto mas
débil, pero cuando estoy a punto de
alcanzar la cumbre, deja su faena para embestirme sin pedir permiso. Su
repentina intromisión hace que me exalte y
me excite aun más, no me importa si me escuchan los vecinos, he
comenzado a gemir muy fuerte, eso hace que me penetre con mas ímpetu, y así
como entro vuelve a salir, para colocarme boca abajo y continuar
tomándome. Jala mi cabello haciendo que
mi cabeza se eche hacia atrás, sabia que eso le gustaría, y mientras yo he llegado al cielo y de
regreso a la tierra dos veces, el se derrama dentro de mi dejando escapar un
gemido intenso que me hace saber que realmente lo ha disfrutado.
Abandona mi cuerpo para colocarse junto a mi, me abraza
fuertemente por la espalda y dos palabras le escucho decir, “Te amo”. Amanecimos por primera vez juntos en esa cama
hace siete años ya, en el encontré a mi amante ideal. Ha habido muchas otras
“primera vez” desde que estoy con el, pero esas, son otra historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario