Perfumes que embriagaban
Tus manos las cultivaban
Y con amor las regalabas
Mal fuera el día
Que su espina te clavarías
Y que en un gemido
La vida te arrebataría
Porque así son las rosas
Traicioneras y hermosas
Y con los jardineros
Se portan desdeñosas.
Pero cada vez que las miro
Se me escapa un suspiro
Porque en ellas percibo
Tu recuerdo aun vivo
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