jueves, 10 de octubre de 2013

Sueño de morfina



-         Volveré por ti!
-         Lo se!
-         Te amo!
-         Y yo a ti! – su grito se perdió entre el silbido del tren que se alejaba, fueron sus ultimas palabras, la ultima vez que se sintió feliz.  Los siguientes días, había estado tan enfrascada en su trabajo, que no supo del accidente sino  hasta que la llamaron para preguntar si asistiría al funeral.

Desde entonces, vive caminando en la oscuridad, respirando mecánicamente, viviendo porque nadie le hace el favor de sacarla de su miseria.  El era su esperanza, su luz, su todo, y ahora no había mas que un agujero vacío que nunca se podría llenar.

Los turnos en el hospital iban y venían, sin distinción de cual era en el día y cual en la noche.  Buscaba sin cesar, entre las caras desconocidas, una sola que le borrara su dolor, que le dijera que todo había sido un error, pero jamás la encontraba y la desesperación con mas fuerza de ella se apoderaba.

Sus amigos, cuales amigos?, se habían ido al verla sumida en la depresión, vaya amigos! Aunque, en realidad, fue ella quien con desprecio y acusaciones, poco a poco los alejo.

Un día encontró la solución, y sumida en el sopor de la morfina, finalmente lo vio:

-         Terry, mi amor
-         He vuelto por ti
-         Lo se, aquí estoy!
-         Te amo
-         Y yo a ti…

Y dejándose llevar por el eterno sueño, con la aguja aun metida en el brazo, Candy se dirigió hacia donde ella creía que seria feliz, aunque eso fuera en el mismo infierno.

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