Stear…- La sollozante y queda voz que escucho al otro lado del
auricular hizo que se espabilara y pusiera atención, no era inusual que
recibiera este tipo de llamadas a altas horas de la noche, se podría decir que
ya estaba acostumbrado, siempre había sido así, desde niños.
Ella solía correr a esconderse a su cuarto siendo niña
huyendo de la reprimenda que la tía abuela iba a darle luego de haber
descubierto el nuevo roedor o insecto que había atrapado antes; también busco
su apoyo cuando, siendo adolescente, decidieron enviarla a una escuela de
señoritas para que “se educara adecuadamente”, y luego, cuando regreso,
nuevamente busco de su consejo para decidir si se iba o no a vivir con su nuevo
novio.
El no se explicaba por que siempre lo buscaba, teniendo a
tantos a su alrededor que se desvivían por atenderla, el le hablaba con cariño
y con la mayor distancia que podía poner para no involucrarse mas, se había
enamorado de ella desde hace mucho tiempo atrás, pero ella no le correspondía,
y dudada que alguna vez lo hiciera, pero así eran las cosas, y aquí iba el, una
vez mas, a sacarla de cualquier problema o dificultad que tuviera ahora,
manejando en la casi madrugada del siguiente día hacia el lugar que ella le
dijo que se encontraba. Era mejor ser
amigos a perderla para siempre.
Candy se encontraba en un rincón oscuro de la habitación,
tenia miedo, de si misma mas que de
nadie mas, como había podido ser tan tonta? Como se había tardado tanto en
darse cuenta? Todos esos chicos con los que salía, siempre buscando algo que jamás
encontraba, queriendo de alguna forma sustituir a quien siempre estaba con
ella, a quien jamás la defraudaba, esta vez estaba realmente asombrada de su
estupidez.
Stear toco el timbre,
temblando de frío porque afuera empezaba a nevar, pero mas que todo por
la incertidumbre de lo que podría encontrar.
Candy lo escucho llegar y el nerviosismo se apodero de ella, que pasaría
si el no la quería, si la llegaba a rechazar? Ese era su mayor temor,
arriesgarse a perder un amigo o ganar un amor incondicional, pero era tarde ya
para cuestionarse, había hecho la llamada y el había respondido como siempre,
es ahora o nunca.
Ella abrió, dejándolo entrar, el la vio bella como siempre,
aunque ocultaba su rostro de el, temía lo peor, levanto su barbilla hacia el y
lo que vio lo confundió, ella lloraba pero sonreía, que es lo que estaba
pasando?
-
Oh Stear, he sido tan tonta!- dijo ella, entre risa y
llanto
-
Te han hecho daño? Que te ha pasado?- su voz no dejaba
de mostrar preocupación, aunque ahora no estaba seguro que algo estuviera mal
-
Stear, he sido tonta, porque he estado buscando en
otros lo que siempre he tenido en ti, he sido tonta porque me he tardado tanto
en darme cuenta que es a ti a quien siempre he querido pero me daba miedo
perderte, eres mi único amigo, quien siempre ha estado allí para mi, disculpa
si todo esto te toma desprevenido, y por haberte hecho venir de esta forma,
pero ya no podía mas, necesitaba que…
Stear, que no salía de su asombro ante tan tempestuosa declaración,
no pudo mas que callarla con un beso, ese que tanto había deseado desde su
adolescencia, llenándose ambos de la
calidez que emanaban sus cuerpos electrizados ante la sensación de saberse
amados y correspondidos, no había nadie
que les impidiera estar juntos, ambos adultos e independientes, solo debían
seguir sus vidas tomados de la mano y no separarse jamás, pero por ahora, se
tomaban de las manos para irse a la habitación y no salir de allí hasta después
de un par de amaneceres mas.
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